Recuerdos (Libre)

Flasback

—¡MATO! ¡MATO! ¡DESPIERTA!—

— ¡YOMI! ¡DEJALA! ¡NO PODEMOS HACER NADA!—

—¡MATO!—

Aquella voz se hacía cada vez más y más lejana, sus ojos semi abiertos podían ver aquellas tres siluetas alejarse de ella; con lo poco que le quedaban de fuerzas, elevó un brazo, como intentando alcanzar aquellas siluetas, pero su cuerpo pesaba, mover ese brazo la había agotado. En sus ojos azules se podía reflejar su tristeza, decepción, todo lo que jamás había sentido por toda su vida.

—E...esperen….n…no.—

Todo empezó a nublarse, en sus ojos se podía reflejar todo su dolor y decepción, ¿Por qué la habían dejado? Simplemente…no entendía, han estaba viva, estaba "bien" en lo que cabía. Asi que…¿Por qué?. Todo aquel lugar está colapsando, se podía escuchar el crujir del suelo en donde estaba ella acostada, rompiéndose poco a poco, al igual que el techo de ese lugar, pequeñas piedras golpeaban su cuerpo totalmente herido por la situación anterior.

Ahora sentía que su cuerpo flotaba, aquel lugar estaba derrumbándose; la gravedad estaba haciendo su trabajo, ahora sentía que flotaba en la nada, ahora aquel lugar desaparecía delante de esos ojos en si todo se desvanecía.

—…—

Ahora todo ese sitio caía sobre de ella, o a ese momento era su destino final, seguía aquel sonido tan perturbador de como las cosas caían. Hasta que una inmensa pared estaba derrumbándose; ella yacía en el suelo completamente inmóvil, aún teniendo su mente en aquellos recuerdos de esas personas que la habían dejado en ese estado tan deplorable,no tenía noción de lo que estaba pasando. Cuando esa pared fue derrumbándose, aquella chica veía la nada, o solo esa sombra que la cubría conforme aquel enorme muro se dirigía a ella, preparándose para dar fin a ese acto.

Hasta qué….


*FIN DEL FLASHBACK*

El sonido de la alarma comenzó a sonar por toda la habitación, aquella chica tenía su mano estirada hacia el techo, sus ojos estaban totalmente húmedos, ¿Estaba llorando? ¿Por qué lo hacía?

—Ese sueño…—.

Mato Kuroi, una chica de 17 años que había llegado a una escuela en dónde podría encontrar las respuestas a sus sueños o a esas alucinaciones. Bajo la mano sosteniendose está misma con confusión y algo intrigada por ello, se limpio sus lágrimas y se preparó para el dia, si primer día de clases en este lugar.

Aún habían cosas que desempacar, pero le era difícil acomodar todo, esos momentos en su cabeza se desactivaban de manera automática, hasta quedar dormida por un día entero. Pero ahora esas sueños eran más y más repetitivos desde que llegó a aquella enorme escuela. Mato ya estaba preparada para su día de clases, se había colocado el uniforme, llevaba un colgante en forma de estrella color blanca, su peinado son dos coletas con ligas color negras, y su uniforme de dicha institución; ahora ya había partido hacia los salones, había movimiento en el edificio de las habitaciones, era común a esa hora, pues todas iban a sus respectivas clases. Mato no se quedó atrás, está solo veía el pasillo y avanzaba sin voltear a nadie, todas teniendo amigas, riéndose a esas horas de la mañana, abrazándose, todo lo que hacen las amigas…ella solo lo ignoraba, no podía sentir empatía desde ese día, que para ella es un simple sueño.

—Mato....

Una voz resonó en su cabeza, Mato pudo identificar aquella voz, era igual que la de su sueño, la que le pedía despertar…Mato se quedó observando la nada nuevamente, pero aún esa voz resonó en si cabeza por un momento, el movimiento de su alrededor de había detenido como si el tiempo se hubiese congelado en el lapso, quedando en el centro de aquel pasillo, esperando nuevamente aquel susurró llamarla de nuevo.

— ¿Yo…mi?—

Aquel nombre no lo conocía, lo había escuchado de aquellos sueños tan fuertes, su ojo derecho comenzó a brillar, sentía que su cuerpo fuese a estallar, sentía que su corazón latía más intensamente a cada segundo, sentía un dolor de cabeza, pero era siempre el mismo síntoma que le traía ese nombre.